El 8
de marzo, murieron quemadas, un grupo de mujeres en huelga.
Hoy, 159 años
después, las mujeres vemos como los relatos sobre nosotras se
suceden, cayendo en un torrente, casi de forma interminable.
Alguno
considerará que la mujer es un don de la creación, otra que los
hombres mantienen la violencia machista por todos lados y algunas que
ya nadie debería llamarnos putas por lo que sea que hagamos.
Yo
creo que, todos tenemos derecho a expresarnos libremente, lo que no
podemos es, quizas, dejar de oir los reclamos femeninos que aparecen
cada tanto ante nosotros.
El
aborto, la desigualdad salarial, la violación y las muertes-Asunto
que al estar vinculado a la delincuencia en algunos casos-afecta por
igual los cuerpos de todos.
Es
tan mujer la que aparece casi desnuda, mostrando su belleza en la
portada de una revista, como aquella que amargamente, por exponer su
piel contra el aire, la reprende.
No podríamos decir que existe una sola forma de ser mujer. Aunque
estemos de acuerdo en que no se puede tolerar la violencia, contra
nadie.
Asi
que, tan puta, como santa, todas tenemos derecho a existir, expresar
nuestras ideas y, especialmente, a llegar a cierto consenso en medio
del disenso.
No es
que los problemas que conciernen a las mujeres no preocupen. Es que
hay que hablar mucho, debatir demasiado y no considerar ninguna idea
prohibida, para empezar a comprender, quizás, la crudeza, de una realidad muy
frágil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario